El color no existe, sólo la luz. La luz es lo que permite que los objetos sean apreciados, si no hay luz, no se aprecia el color.
Toda composición artística amerita un mínimo tratamiento de la luz. No se puede hablar de pintores que centren su trabajo en el tratamiento de la luz, por el simple hecho de establecer los efectos lumínicos y de color necesarios para el desarrollo de sus obras.
La función de la Luz
Además de permitir visión de la imagen, la luz en la pintura, también cumple otros roles.
La luz sirve para ubicar la pintura en un momento o tiempo determinado. Sea un mediodía a pleno sol, un anochecer, una tarde de otoño, una mañana de invierno, la primavera, etc. Cada momento del día o temporada del año, posee un mapa de luz particular.
La luz en la pintura sirve para ubicarla en un momento o tiempo determinado, sea un mediodía a pleno sol, un anochecer, una tarde de otoño, una mañana de invierno, la primavera, etc.
Cada momento del día o temporada del año, posee un mapa de luz particular.
La luz reparte los roles de los elementos en la composición, nos indica cual es el protagonista o los protagonistas, los personajes secundarios y quienes son los personajes de reparto.
Proporciona la profundidad de los objetos y planos de la obra. Sólo a través del correcto manejo de la luz podemos darle perspectiva a la imagen.
Se emplea para establecer la temperatura de la escena y así, determinar las condiciones físicas de los personajes u objetos que integran la imagen. Con ella podemos saber si los personajes tienen frío o calor. De ésta forma justificamos el uso de los trajes, las actividades de las personas del cuadro, los paisajes y los objetos que son ambientados.
La luz también nos va a servir para reflejar las emociones de los personajes del cuadro, la tristeza con grises, verdes oscuros, azules y violetas. La alegría, la armonía, la sabiduría con amarillos, blancos, verdes claros y azul claro, la rabia, la seducción, la pasión con los rojos, la esperanza con el verde claro, la felicidad con el naranja, etc
También haremos uso de la luz para darle simbolismo al mensaje de la composición. El blanco, violetas, amarillos y azules claros para simbolizar el bien; azules oscuros, grises y rojos para simbolizar al mal: rosados para la salud, blancos y amarillos para la enfermedad, etc.
La vanguardia y la luz en la pintura
Durante la segunda mitad del siglo pasado la pintura se vio impactada por la ciencia.
Una nueva concepción del color y la luz provocó una visión distinta del rol del artista y del propósito de las artes plásticas. Y por ende, la posición del pintor cambió para darle paso a la valoración del espectador como co- pintor o re-editor de la obra propuesta.
Se acabaron los definitivos y el egocentrismo para abordar planteamientos con un alcance más colectivo donde los artistas proponen el punto de partida y el espectador hace el cierre con su participación e interpretación.
Contribuyeron a éste estado de cosas, los descubrimientos científicos y estudios realizados por la neurociencia e importantes avances en el uso del cine, la fotografía y las proyecciones de video.
La luz y el color tomaron otras dimensiones, los espectadores se volvieron artistas; los cuadros se salieron del marco; ya no se interpreta el arte, se siente; no necesitamos a los expertos para entender lo que quiso decir el artista, por que el artista no me dice nada, me invita a construir juntos, a sumergirme en un mar de formas, luz y color, porque al final, sólo la luz existe.