Cuando estamos inspirados para crear, cualquier cosa puede ser una herramienta. Nos valemos de los colores, las formas y las texturas para componer y expresar eso que pensamos y que sentimos.
Dentro del universo diverso de técnicas encontramos el puntillismo, una técnica de arte muy rica que permite crear efectos maravillosos con el uso del color. Y aunque hacer un montón de puntitos puede parecer de lo más sencillo. Cuando te atreves a irte por la onda del puntillismo te das cuenta de que todo requiere su técnica.
¿Qué es el puntillismo?
Es un estilo de pintura en el que utilizamos puntos para crear una forma o dibujo. Básicamente se basa en el color y la manera en que vamos colocando los puntos para obtener un resultado al final.
Grandes artistas de corrientes muy importantes para la pintura como Vincent Van Gogh o Monet, se han hecho de esta técnica para crear composiciones que logran transmitirnos emociones intensas.
Si miras la obra de cerca, probablemente no verás más que puntos. Pero al alejarte, los puntos, van creando una especie de efecto óptico en torno a la unión de los colores que te dejan ver paisajes, rostros y formas increíbles.
Esta técnica salió del laboratorio de artes de George Seurat y sus compañeros de época como Paul Signac en 1884. Cuando hacían estudios del color y encontraron que la división de tonos que se hace por puntos colocados de una manera armónica creaban un efecto en la retina. Este efecto permitía que los colores se mezclaran y se pudiera obtener una imagen definida en la distancia.
¿Qué colores utilizar en el puntillismo?
La mezcla de los colores y la lógica de la composición la realizará siempre la retina. De modo que no es necesario emplear muchos colores.
En su nivel tradicional los defensores del puntillismo insistían en que solo se debían asumir los colores primarios. Sin embargo, dado que el color es clave para darle vida a la obra, esas reglas se han flexibilizado. Brindando al artista más libertad en sus creaciones.
Aprende a dibujar con puntillismo en casa
Una primera aproximación a la técnica te dejará seguramente muy frustrado y cansado. Toma en cuenta que todo experto fue principiante alguna vez y que la práctica te ayudará a adquirir destrezas útiles para todas tus obras.
Empieza probando con un lápiz y un papel, trata de pensar qué quieres expresar y lánzate a hacer tantas cosas como puedas. Si te cansas rápido toma un descanso y retomas en tu tiempo libre.
Otra manera de hacerlo también es dibujando la silueta como siempre y tratar de colorearla solo con puntos en el interior. Con los colores en diferentes tonalidades puedes crear el efecto de luz o sombras.
Convierte la práctica en una diversión y verás que terminarás rapidísimo con unos resultados increíbles.
Algunos consejos prácticos
Trata de que todos los puntos sean del mismo tamaño, a menos que desees hacer algún efecto óptico particular. Esto le dará equilibrio.
Aprende a jugar con colores, usa uno de base y luego trabaja los matices incorporando otros colores. También combinar varios tonos de un mismo color te ayuda a dar volumen y profundidad.